En el contexto actual, donde las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han tejido una red digital que conecta sociedades enteras, surge una preocupación creciente por la brecha digital y su impacto desigual en diversos estratos sociales y propicia la necesidad de contar con un marco de competencia digital docente. La brecha digital, entendida como la disparidad en el acceso, uso e impacto de las TIC, no solo refleja la falta de igualdad en la utilización de herramientas digitales, sino que también perpetúa y agrava las desigualdades preexistentes.
La discriminación asociada a la brecha digital se manifiesta en la limitación de oportunidades para aquellos grupos socialmente vulnerables que enfrentan dificultades para acceder a las ventajas laborales, formativas y de ocio proporcionadas por las TIC. Es crucial reconocer que esta exclusión no solo afecta el presente de las personas, sino que también genera nuevas formas de marginación administrativa y exclusión financiera. La brecha digital, que puede estar influenciada por factores como la edad, el género, el hábitat o el nivel socioeconómico, se torna aún más evidente cuando se examina la situación de la juventud vulnerable.
Un estudio reciente de la The European Anti-Poverty Network (2921) sobre la brecha digital entre la juventud vulnerable revela que, si bien la presencia de niños y adolescentes en el hogar propicia el uso de las TIC, la intersección de variables como la edad y la pobreza revela una brecha significativa. Un 13,7% de las personas jóvenes en situación de pobreza carece de un ordenador, frente al 3,7% de los no pobres. Esta carencia obliga al uso de dispositivos electrónicos alternativos, como tablets o teléfonos móviles, con limitaciones que impiden aprovechar plenamente las capacidades tecnológicas.
En este escenario, la inclusión digital se erige como una estrategia clave para contrarrestar la brecha y fomentar el acceso al mercado laboral, propiciar una educación inclusiva y amplia, y estimular la participación ciudadana. Es imperativo destacar que cerrar estas brechas digitales requiere una atención particular en las personas jóvenes socialmente vulnerables. La integración de las TIC en la cultura y la vida cotidiana no solo es una cuestión de acceso, sino también de uso efectivo y apropiación significativa.
La educación emerge como un pilar fundamental para abordar integralmente estas brechas digitales. Más allá de potenciar el aprendizaje y la apropiación crítica de las tecnologías, la educación desempeña un papel esencial en la formación de competencias digitales, el pensamiento computacional y la ciudadanía digital inclusiva y responsable. En este sentido, las políticas públicas, la formación continua y la alfabetización informacional se vuelven herramientas cruciales para cerrar las brechas digitales y garantizar que todos, especialmente los jóvenes vulnerables, tengan la oportunidad de participar plenamente en la era digital.
En el siguiente segmento, se analizarán algunos de los marcos de competencia digital más destacados que ofrecen un enfoque integral para abordar estos desafíos y promover una ciudadanía digital activa y comprometida.
Digital Competence Framework for Educators - DigCompEdu (Europa)
El Digital Competence Framework for Educators (DigCompEdu) es una iniciativa de la Comisión Europea que ha sido desarrollada por el Joint Research Centre (JRC) para establecer un marco comprensivo que defina las competencias digitales esenciales para los educadores en la era digital. Este marco tiene como objetivo principal capacitar a los docentes para utilizar de manera efectiva las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en sus procesos educativos.
El DigCompEdu se construye sobre la base del ya establecido Marco Europeo de Competencia Digital (DigComp), diseñado para la ciudadanía en general. Sin embargo, el DigCompEdu se adapta específicamente a las necesidades y responsabilidades particulares de los educadores, reconociendo su papel crucial en el desarrollo de las habilidades digitales de los estudiantes.
Este marco distingue seis áreas fundamentales que revelan la competencia digital de los educadores. Estas áreas se centran en el compromiso profesional, los contenidos digitales, la enseñanza y el aprendizaje, la evaluación y retroalimentación, el empoderamiento de los estudiantes, y el desarrollo de la competencia digital de los estudiantes. El núcleo central del marco está definido por las áreas 2 a 5, que explican la competencia pedagógica digital necesaria para estrategias de enseñanza y aprendizaje eficientes e innovadoras.
- Compromiso Profesional: La habilidad digital del profesorado se manifiesta en su destreza para emplear las tecnologías digitales no solo para mejorar la enseñanza, sino también en sus relaciones profesionales con colegas, alumnado, familias y otras partes involucradas. Este componente constituye el núcleo fundamental del área 1 y abarca aspectos como la comunicación organizativa, colaboración profesional, práctica reflexiva y desarrollo profesional continuo a través de medios digitales.
- Contenidos Digitales: Esta área se enfoca en la selección, creación y gestión de recursos digitales. Incluye la habilidad para localizar, evaluar y elegir recursos digitales para el proceso de enseñanza y aprendizaje, así como la capacidad de crear y modificar contenidos digitales. También aborda la protección, gestión e intercambio de estos contenidos, asegurando la privacidad y cumplimiento de normativas.
- Enseñanza y Aprendizaje: Se centra en cómo los educadores implementan y aprovechan las tecnologías digitales en el proceso educativo. Incluye estrategias para enseñar con el uso de dispositivos y recursos digitales, proporcionar orientación y apoyo en el aprendizaje, fomentar el aprendizaje colaborativo y la autorregulación, entre otros aspectos.
- Evaluación y Retroalimentación: Esta área destaca el uso de tecnologías digitales en las estrategias de evaluación, analíticas de aprendizaje, y proporcionar retroalimentación y toma de decisiones basadas en datos digitales. Busca mejorar la diversidad y adecuación de los formatos y enfoques de evaluación.
- Empoderamiento del Alumnado: Se enfoca en asegurar la accesibilidad e inclusión, personalización del aprendizaje, compromiso activo del alumnado con su propio aprendizaje, y el uso de tecnologías digitales para fortalecer competencias transversales y creatividad, ampliando el aprendizaje a contextos del mundo real.
- Desarrollo de la Competencia Digital del Alumnado: Aborda la información y alfabetización mediática, comunicación y colaboración digital, creación de contenido digital, uso responsable de la tecnología y resolución de problemas digitales. Incorpora actividades que requieren el uso efectivo y responsable de tecnologías digitales por parte del alumnado.
El DigCompEdu se estructura en cuatro niveles de competencia: Fundacional, Intermedio, Avanzado y Experto. Cada nivel abarca las áreas temáticas mencionadas y establece indicadores específicos para evaluar el grado de competencia del docente en cada una de ellas. Esto permite una progresión gradual y facilita la adaptación del marco a diversas necesidades y contextos educativos. Este modelo de progresión propuesto para las competencias digitales del profesorado se basa en seis etapas, alineadas con los niveles del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER) desde A1 hasta C2.
Como extensión del marco «DigCompEdu,» surge el «DigCompEdu Check-In,» una herramienta de autoevaluación destinada a docentes. Su propósito principal es ofrecer a los educadores la posibilidad de comprender mejor dicho marco y evaluar sus propias fortalezas, carencias y áreas de mejora en el ámbito del aprendizaje digital. En fase de pilotaje en todos los estados miembros de la UE, esta herramienta proporciona informes personalizados sobre el nivel competencial, diferenciando entre profesorado de distintos niveles educativos. Cada competencia en el cuestionario se representa mediante un único ítem, focalizándose en conceptos genéricos que abarcan la totalidad del contenido específico de cada competencia. Con 22 ítems distribuidos en 6 áreas, el cuestionario aborda compromiso profesional, recursos digitales, pedagogía digital, evaluación y retroalimentación, empoderamiento de los estudiantes y facilitación de la competencia digital de los mismos. Este cuestionario se encuentra traducido y adaptado al español.
De forma paralela, basándose en el propio DigCompEdu, el JRC ha desarrollado SELFIE for teachers, una herramienta en línea gratuita diseñada para ayudar a los centros escolares a evaluar y reflexionar sobre el uso de tecnologías digitales con el objetivo de lograr un aprendizaje efectivo e innovador. La herramienta proporciona una instantánea del estado actual del centro en relación con el uso de tecnologías digitales, teniendo en cuenta las opiniones del profesorado, el alumnado y el equipo directivo. Este proceso de auto-reflexión facilita la apertura de un diálogo interno sobre posibles áreas de mejora. La herramienta está disponible en las 24 lenguas oficiales de la Unión Europea. SELFIE recopila de forma anónima las opiniones de diferentes grupos, utilizando preguntas breves y enunciados con una escala de valoración del 1 al 5, abordando aspectos como liderazgo, infraestructuras, formación del profesorado y competencias digitales del alumnado.
Marco de Referencia de la Competencia Digital Docente (MRCDD) - INTEF (España)
Desde una perspectiva innovadora, el MRCDD, en sintonía con las funciones docentes regidas por la Ley Orgánica 3/2020 (LOMLOE), se alinea con los estándares europeos de competencia digital ciudadana, educativa y de centros educativos. Elaborados por el Joint Research Centre de la Comisión Europea, estos marcos representan la adaptación al contexto español del DigCompEdu, ajustándose a las diversas etapas del desarrollo profesional docente.
En su revisión más reciente en 2022, el marco se alineó con propuestas autonómicas, estatales y europeas sobre competencias digitales, persiguiendo la convergencia para la creación de un Espacio Europeo de Educación en 2025. Se subraya la influencia de la Comunicación de la Comisión Europea, Brújula Digital 2030, y su conexión con el plan Next Generation EU. En el ámbito educativo español, el Plan de Acción de Educación Digital (2021-2027) desempeña un papel crucial, enfocándose en el desarrollo de competencias digitales y la formación de profesorado. La elección de una versión española del Marco de Competencias Digitales para Educadores (DigCompEdu) es una adaptación necesaria para este contexto. Se reconoce la constante necesidad de actualización debido a avances tecnológicos y consideraciones éticas, con el JRC trabajando en una nueva versión del DigComp. La adaptación a la legislación y contexto español implica cambios en competencias y criterios de evaluación. El recién creado Marco de Referencia de la Competencia Digital Docente 2022 (MRCDD) busca detallar las competencias digitales de docentes en diversas etapas de su desarrollo, vinculándolas a funciones compartidas por todos los educadores según lo estipulado en la Ley Orgánica de Educación. Además, resalta el énfasis en modelos de enseñanza centrados en el aprendizaje significativo y la colaboración.
El MRCDD, basado por tanto en el DigCompEdu, conserva la organización en seis áreas que representan las distintas categorías de competencias digitales de los docentes. Estas áreas se focalizan en diversos aspectos de las actividades profesionales de los educadores. Al igual que en el DigCompEdu, estas seis áreas se organizan, a su vez, en tres bloques: competencias profesionales de los docentes, competencias pedagógicas de los docentes y competencias docentes para el desarrollo de la competencia digital del alumnado.
Para su elaboración final, se ha realizado un análisis comparativo entre el Marco de Referencia de la Competencia Digital Docente (MRCDD), basado en DigCompEdu (2017), y la herramienta de autorreflexión S4T (octubre de 2021). Este análisis ha generado conclusiones y decisiones con respecto a las competencias en las seis áreas. Aunque DigCompEdu tiene 22 competencias, S4T incluye 32 ítems sobre estas competencias.
- En el área 1 (Compromiso profesional), se destacan cambios significativos, como la inclusión de nuevos ítems en MRCDD, como la gestión de entornos virtuales de aprendizaje en línea y la colaboración profesional. Además, se crea una nueva competencia sobre la protección de datos personales y bienestar digital.
- En el área 2 (Recursos digitales), se cambia la denominación a Contenidos digitales, y se aborda de manera separada el respeto a los derechos de autor y la protección de datos en MRCDD.
- En el área 3 (Enseñanza y aprendizaje), se ajusta la denominación de la competencia 3.3 a Aprendizaje entre iguales. No se incluye la competencia específica para tecnologías emergentes en el área 3.
- El área 4 (Evaluación y retroalimentación) permanece sin cambios.
- En el área 5 (Empoderamiento del alumnado), se ajusta la denominación de una competencia para reflejar la atención a las diferencias personales en el aprendizaje.
- En el área 6 (Desarrollo de la competencia digital del alumnado), se revisan las competencias con base en la V2.2. del DigComp, destacando la variación en la denominación de la competencia 6.1 a Alfabetización mediática y en tratamiento de la información y de los datos. También se desglosan ítems relacionados con la seguridad y bienestar digital en MRCDD.
Marco UNESCO de Competencia TIC para Docentes - Naciones Unidas
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible reconoce el potencial de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) para impulsar el progreso y abordar la brecha digital, promoviendo sociedades inclusivas basadas en derechos humanos y equidad de género. La UNESCO fundamenta su visión de sociedades del conocimiento inclusivas en cuatro pilares esenciales: libertad de expresión, acceso universal a la información, aprendizaje de calidad para todos y respeto por la diversidad lingüística y cultural.
En este contexto, las TIC se presentan como herramientas cruciales para lograr los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), influyendo en la educación de calidad, igualdad de género, infraestructuras, reducción de desigualdades, paz, justicia e instituciones sólidas, y alianzas para objetivos compartidos.
La integración efectiva de las TIC en la educación puede transformar la pedagogía y empoderar a los alumnos. Los docentes juegan un papel central en este proceso, requiriendo competencias que van desde la comprensión del papel de las TIC en las políticas educativas hasta la creación de entornos de aprendizaje que fomenten la innovación y la colaboración.
La UNESCO responde a estos desafíos mediante el «Marco de Competencias de los Docentes en TIC» (ICT-CFT). En su tercera versión, publicada en 2019, se actualiza para reflejar la evolución tecnológica y pedagógica. Este marco se organiza en torno a seis aspectos de la práctica profesional docente:
- Comprender las TIC en la política educativa: usar las TIC para apoyar los objetivos específicos identificados en el currículum y desempeñar un papel en el apoyo a la evaluación.
- Currículum y evaluación: adquirir habilidades con TIC para apoyar métodos efectivos de enseñanza y aprendizaje.
- Pedagogía: Uso de las TIC para apoyar métodos efectivos de enseñanza y aprendizaje.
- Aplicación de habilidades digitales: adquirir habilidades con TIC para integrarlas en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
- Organización y administración: administrar los dispositivos digitales del centro educativo, así como proteger a las personas que los usan.
- Aprendizaje profesional: utilizar la competencia digital en su entorno profesional..
El Marco está organizado en tres etapas o niveles sucesivos de desarrollo de los docentes en cuanto al uso pedagógico de las TIC.
- Adquisición de Conocimientos:
- Uso eficaz de la tecnología para beneficio educativo.
- Gestión de inversiones escolares en TIC.
- Integración de TIC en el aprendizaje a lo largo de la vida.
- Profundización de Conocimientos:
- Creación de entornos colaborativos centrados en el alumno.
- Vinculación de políticas con acciones en el aula.
- Construcción de planes tecnológicos para el mantenimiento de activos.
- Creación de Conocimientos:
- Reflexión crítica sobre políticas educativas.
- Diseño de aprendizaje centrado en el alumno.
- Liderazgo en estrategias tecnológicas para la escuela.
Este marco aborda la diversidad de habilidades necesarias para que los docentes guíen eficazmente el aprendizaje digital. Además, destaca la importancia de un compromiso sostenido, la formación docente continua y el apoyo permanente. La UNESCO busca colaboración global para aprovechar el potencial de las TIC y desarrollar competencias esenciales, fomentando sociedades del conocimiento inclusivas en constante evolución.
Como citar este texto
Martín-Padilla, A.H. (2024). Marco de competencia digital docente. Educazonia.com