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2.2. La determinación de la producción de equilibrio

Suponiendo que las exportaciones y las importaciones son ambas iguales a cero, la demanda de bienes es la suma del consumo, la inversión y el gasto público: DA=C+I+G. Si sustituimos C e I por sus expresiones obtenemos: DA= C0 + cTR + c(1 – t)Y + I + G ó DA= C0 + C1(Y-T+TR) + I0 + G.

La demanda de bienes (DA) depende de la renta, de los impuestos, de las transferencias, de la inversión y del gasto público.

Pasamos ahora a analizar el equilibrio del mercado de bienes y la relación entre la producción y la demanda. Suponiendo que las empresas no tienen existencias, en este caso, la inversión en existencias siempre es igual a cero y el equilibrio del mercado de bienes requiere que la producción sea igual a la demanda de bienes: Y=DA. Esta ecuación se denomina condición de equilibrio. Los modelos contienen tres tipos de ecuaciones: identidades, ecuaciones de conducta y condiciones de equilibrio. La ecuación que define la renta disponible es una identidad, la función de consumo es una ecuación de conducta y la condición según la cual la producción es igual a la demanda es una condición de equilibrio.

Por lo tanto:

Y = Co + cTR + c (1 – t) Y + Io + G

Y = Co + Io + G + c(1-t)Y

Y – c(1–t)Y = Co + Io + G + cTR

Y[1 – c(1-t)] = Co + Io + G + cTR

Despejando:

La ecuación anterior caracteriza el nivel de producción de equilibrio, es decir, el nivel de producción en el que la producción es iguala la demanda:

  • El segundo término, [C0 + I0 + G + cTR], es la parte de la demanda de bienes que no depende de la producción. Por este motivo se denomina gasto autónomo. Supongamos que el Estado tiene un presupuesto equilibrado, es decir, que los impuestos son iguales al gasto público. Si T=G y la propensión a consumir (c1) es menor que uno, entonces (G- cTR) es positivo y por lo tanto también lo es el gasto autónomo. El gasto autónomo solo podría ser negativo si el Estado tuviera un superávit presupuestario muy elevado, es decir, si los impuestos fueran muchos mayores que el gasto público.
  • Pasamos al primer término. Como la propensión a consumir (c1) es entre cero y uno, por lo que el primer término es un número mayor que uno. Por este motivo, este número, que implica el gasto autónomo, se denomina multiplicador. Cuanto más cercano es c1 a uno, mayor es el multiplicador. ¿A qué se debe el efecto multiplicador? Un aumento de c0 eleva la demanda. El aumento de la demanda provoca entonces un incremento de la producción. El incremento de la producción provoca un aumento equivalente de la renta. El aumento de la renta eleva aún más el consumo, lo que eleva aún más la demanda y así sucesivamente. Como mejor se define este fenómeno es representando gráficamente el equilibrio.

Para ello tenemos que saber que el eje de abscisas mide la renta (Y) y el eje de ordenadas representa la demanda (DA) y la producción (Y) como una función de la renta. Recordamos que la producción y la renta son iguales. Por lo tanto, la relación entre las dos es la recta de 45º, la línea que tiene pendiente iguala 1.

La demanda depende del gasto autónomo y de la renta, a través de su influencia en el consumo. La ordenada en el origen,  el valor de la demanda cuando la renta es igual a cero, es igual al gasto autónomo. La pendiente de la recta es la propensión a consumir, c1. Cuando la renta aumenta en 1, la demanda aumenta en c1.

En condiciones de equilibrio, la producción es igual a la demanda. Por lo tanto, el nivel de producción de equilibrio, Y, se encuentra en el punto de intersección de la recta de 45º y la función de demanda, que es el punto A. A la izquierda de A, la demanda es superior a la producción, las empresas tienden a aumentar la producción para atender a la mayor demanda. A la derecha, la producción es superior a la demanda, las empresas acumulan existencias que no pueden vender, por lo que tienden a reducir sus niveles de producción. Por lo tanto, siempre existirá una tendencia hacia el equilibrio. A es el único punto en el que son iguales.