Una vez que la situación en Marruecos se había dominado, Primo de Rivera optó por institucionalizar el régimen cambiando a la mayor parte de los militares por civiles en el poder, demostrando que no iba a ser una dictadura temporal. Creó la Asamblea Nacional Consultiva en 1927, un organismo que actuaba a modo de representación popular, pero que realmente estaba formado por los principales representantes de instituciones como las universidades, ayuntamientos, reales academias, administraciones, de la patronal, del sector obrero… elegidos a dedo por el Gobierno para:
- Fiscalizar la labor del Gobierno.
- Crear nuevas instituciones.
- Elaborar un nuevo texto constitucional, que nunca se hizo.
También se restableció después de siglos el Somatén, un cuerpo de ciudadanos voluntarios armados que colaboraban con el gobierno para mantener el orden público.
La década de los 20 fueron a nivel mundial años de prosperidad económica, y también se apreció en España con la dictadura. El objetivo era el aumento del gasto público que consiguiese la subida de la renta anual de los ciudadanos. Para ello, se tomaron diversas medidas:
- El intervencionismo estatal y el factor keynesiano: inversión en infraestructura creando empleo con obras públicas (mejora de carreteras, vías férreas, puertos...) y reformas de colegios, ambulatorios, mercados, astilleros...
- Elaboración del Decreto de Protección de la Industria Española, que daba subvenciones a las empresas españolas que sufrieran la competencia extranjera.
- Concesión de monopolios a Campsa y a Telefónica.
- Construcción de la Exposición Universal de Barcelona y de la Exposición Iberoamericana de Sevilla (1929), lo que generó mucho empleo.
- Se crearon Confederaciones Hidrográficas, organismos que aprovechan los recursos hídricos de las cuencas fluviales.
- Concentración bancaria del capital, ya que de los bancos salía el dinero para todas las reformas: Banesto, Hispanoamericano, Bilbao Vizcaya...
A pesar del crecimiento, todas estas medidas generaron al final una gran deuda pública.
Socialmente, el objetivo de la Dictadura era poner fin a la conflictividad, pistolerismo, huelgas, manifestaciones etc., para lo que se creó un sindicato vertical tutelado por el Estado: Organización Corporativa Nacional, que agrupaba a obreros y patronos, encargado de convocar comités paritarios presidido por un representante del Gobierno cada vez que surgiera un conflicto, con la misión de mediar en estos, revisar sueldos, horarios laborales... La UGT influenció a través de los obreros que trabajaban allí. Gracias a la estabilidad laboral (diminución del paro), las condiciones obreras mejoraron levemente.
La oposición a la Dictadura comenzó a crecer y a presionar a Primo de Rivera, terminando con su dimisión. Los grupos reacios eran:
- Partidos dinásticos, que acataron la Dictadura, pero viendo que no iba a ser temporal, empezaron a cansarse de un régimen considerado excesivo. Al ver imposible ponerle fin a través del rey, colaboraron con el ejército, que sufría una desunión militar, e iniciaron una conspiración que terminaría en un golpe de Estado al mando de Weyler y Aguilera en la noche de San Juan (1926), conocido como La Sanjuanada. El golpe fracasó, sus dirigentes fueron detenidos y la conspiración fue desmantelada.
- Un movimiento intelectual a través de las universidades lucharon por las libertades individuales, entre los que estaban Unamuno, Ayala, Ortega y Gasset, Blasco Ibáñez, Menéndez Pidal... Los estudiantes fundaron la Federación Universitaria Española, un sindi-cato estudiantil.
- El PCE y la CNT, los grupos más reprimidos.
- Los grupos nacionalistas, teniendo en cuenta la imposición de unidad nacional.
- Republicanos, contrarios a la monarquía, que se se unieron en una alianza republicana formada por el Partido de Acción Republicana, Partido Republicano de Cataluña...
- El PSOE, que al principio se había mostrado favorable al régimen, pero cuando el dictador empezó a ser presionado, se posicionó en contra y se declaró republicano.
Primo de Rivera se sintió cada vez más abandonado y presionado hasta el punto en el que incluso Alfonso XIII lo rechazaba. Dada la oposición, el dictador dimitió el 30 de enero de 1930.