El 13 de septiembre de 1923 tuvo lugar el golpe de Estado del general Primo de Rivera junto a otros militares. Se hicieron con el poder fácilmente debido a la pasividad del gobierno de García Prieto, que no hizo nada para defender el orden constitucional.
La prensa de Madrid declaraba que el pueblo no parecía estar tan descontento con el golpe de Estado después de tantos años de violencia, viendo esperanzas en que volviese la paz. Los partidos de la oposición como el PSOE, el PCE y los nacionalistas se mantuvieron al margen, y los intelectuales, salvo Unamuno o Ayala, no criticaron mucho el régimen. Este apoyo social hizo que Alfonso XIII le diese el beneplácito. En su discurso inaugural, Primo de Rivera declaraba que su dictadura iba a ser temporal, que duraría lo necesario para solucionar la crisis social, política y económica del país.
Las causas que impulsaron el golpe fueron:
- La inestabilidad política de los gobiernos de concentración de escaso tiempo.
- La corrupción política y el caciquismo.
- El miedo de la burguesía ante el creciente auge del proletariado tras el Trienio Bolchevique, las huelgas... temiendo una revolución que imponga la dictadura del proletariado, lo cual siempre reprime con el ejército.
- El crecimiento del republicanismo que volvía a recobrar importancia y apoyos sociales, opuesto al carácter monárquico de la dictadura.
- El apogeo de los nacionalismos, contrario al principio de unidad del régimen.
- La crisis militar que se acentuó tras el Desastre de Annual.
- Para evitar que el informe Picasso saliese a la luz y salieran implicados el ejército y el rey en el caso.
Los objetivos fundamentales de su dictadura desde el principio fueron:
- Acabar con las revueltas sociales, debido al descontento por las muertes y la guerra.
- Mantener la “unidad de la Patria”.
- Poner fin a la corrupción y al caciquismo, empezando por prohibir las recomendaciones (la influencia positiva del cacique en el campesinado).