La población española experimentó un boom demográfico en los años 60 a consecuencia del descenso de la mortalidad gracias a las mejores condiciones que alargaron la esperanza de vida, y a la elevada natalidad, producto de la política natalista franquista. Así, disminuyó la mortalidad infantil, la media se mantuvo en 2,8 hijos por mujer.
Fue una época de un gran éxodo rural en el que la masa campesina huía de la precaria situación del campo, sobre todo de Andalucía, Extremadura, Murcia…, para emigrar a zonas más desarrolladas: Madrid, País Vasco, Cataluña… o a países como Francia, Alemania y Bélgica,
El desarrollo de las urbes industriales propició desequilibrios demográficos y económicos con respecto a otras regiones. Incluso crecían al borde de la saturación, dando lugar al chabolismo. El crecimiento de la industria y del sector servicios aportó una clase media de peso social, un gran crecimiento del número de obreros industriales y la consolidación de la burguesía urbana.
La modernización de la sociedad comportó una profunda transformación reflejada en:
- La consolidación de la sociedad capitalista de consumo.
- La Ley General de Educación comportó el aumento de escolarizaciones y la disminución del analfabetismo.
- La aparición de una familia nuclear urbana distanciada de la tradicional.
- La introducción de la mujer al mundo laboral remunerado y al de los estudios, que desencadenó en un nuevo movimiento feminista reivindicador de sus derechos.
El progreso socioeconómico debilitó los apoyos sociales del régimen y estimularon la aparición de un nuevo tipo de oposición que reclamaba la democratización de España.