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Sublevación militar.

Sublevación militar.

Con la victoria electoral del Frente Popular en febrero de 1936, seguida de una época de gran convulsión social, la UME comenzó a preparar un golpe de Estado, dirigido por Mola, Goded, Queipo de Llano, Varela, Franco, Yagüe y Sanjurjo. El Gobierno, sospechando la conspiración, dispersó a los militares para cortar el contacto: Franco fue enviado a Canarias, Mola a Pamplona…

Los golpistas contaban con apoyos sociales como la Iglesia, terratenientes, empresarios… y partidos como la CEDA, carlistas, Falange, las JONS, Renovación Española… Pero dentro del grupo había distintas intenciones: militares como Mola dicen que se implante una dictadura temporal para establecer medidas económicas y sociales, otros como Queipo de Llano optan por formar un gobierno republicano conservador, la CEDA prefiere uno monárquico con Alfonso XIII, los carlistas con su pretendiente, y la Falange y las JONS quieren un sistema totalitario fascista.

El 12 de julio, el adiestrador de la milicia socialista, el teniente Castillo, es asesinado a manos de falangistas, y el 14 de julio, la Guardia de Asalto asesinó a Calvo Sotelo como represalia. Su muerte hizo que los militares adelantasen el golpe, y el 17 de julio de 1936, el general Yagüe iniciaba la sublevación en Marruecos.

El levantamiento se extendió, las guarniciones peninsulares se sublevaron. El Avión Rapide, haciéndose pasar por avión turista, fue de Reino Unido a Canarias para recoger a Franco y llevarlo a Tetuán el 18 de julio. Se puso al mando de la Legión de Marruecos, formada por tropas marroquíes, más preparadas que las españolas.

El Gobierno de Casares Quiroga no reaccionó, al contrario que el pueblo republicano, que pidió armas para salir a las calles y frenar el avance militar. Este dimitió y fue sustituido por Martí-nez Barrios, al que Azaña le encomendó que negocie con los sublevados. El intento no tuvo efecto y Martínez Barrios dimitió, y se nombró como presidente a José Giral, que repartió armas y ordenó adiestrar a las milicias de los sindicatos y partidos de izquierdas.

El golpe fracasó debido al freno de los españoles fieles a la República, pero los golpistas se hicieron con las zonas hasta entonces más conservadoras: Marruecos, las Canarias, Cádiz, Sevilla, Córdoba, Granada, parte de Cáceres, Castilla La-Vieja, Galicia, Oviedo capital, Navarra, parte de Aragón y las Baleares excepto Menorca. El resto de áreas seguía en manos de la República, incluidos los centros industriales (Bilbao, Barcelona…).

Estallido de la Guerra Civil.

Durante muchos días, las posiciones no se movieron, quedando dividido el país en dos bandos. De esta manera, estalló la Guerra Civil.

  • Bando sublevado. Militares contrarios al Frente Popular, apoyados por la CEDA, Renovación Española, la Falange, las JONS, los carlistas y por población conservadora en general: la Iglesia, los terratenientes, grandes empresarios…Se autodenominaban “nacionales” porque hablaban del golpe como un “alzamiento” para salvar a la nación.
  • Bando republicano. Todos los partidos republicanos, el PSOE, el PCE y el POUM, apoyado por población izquierdista: clase media, campesinos, obreros, intelectuales y artistas. Este bando corroboraba las reformas del Frente Popular.

Internacionalmente, la Guerra Civil fue vista como un ensayo de lo que iba a ser la Segunda Guerra Mundial, ya que es el mismo enfrentamiento entre el bando conservador fascista contra otro izquierdista y democrático, de forma extrapolada. Los partidos obreros de todo el mundo y la URSS se mostraron a favor de la República, y Alemania e Italia de los sublevados. Otras potencias como Francia e Inglaterra mantuvieron una actitud de contención, pues temían la política provocadora de Hitler en Alemania. Además, a Inglaterra no le convencía el sistema republicano de apoyo anarquista y comunista, y Francia no podía perder la alianza con ella, y ambas permanecieron en una política de no intervención.

El bando sublevado tuvo apoyos de barcos, aviones, armas, munición, carros de combate etc. por parte de Alemania; Italia le proporcionó tropas, el Corpo di Truppe Volontarie (CTV), un grupo en el que había desde voluntarios italianos del régimen de Mussolini hasta presos comunes y políticos; y Portugal también envió apoyos en menor medida.

Los republicanos tuvieron menor ayuda: tuvieron que comprar armamento a la URSS, por lo que las reservas de oro del Estado se vieron mermadas, recibieron estrategas rusos para organizar las milicias republicanas… y fueron ayudados por las Brigadas Internacionales: grupos de voluntarios (de partidos obreros, estudiantes, intelectuales etc.) de Francia, Inglaterra, América y otros lugares, como la Brigada Lincoln, que tuvieron importantes actuaciones como en la defensa de Madrid o en la batalla del Jarama. A partir de 1938, comenzaron a retirarse puesto que la guerra empezaba a tener un final claro y el Comité de No Intervención las presionó para que volvieran.

Veintiséis potencias occidentales firmaron el pacto de No Intervención, entre ellas Francia e Inglaterra, y Alemania, Italia y Rusia, que lo incumplieron.