El inicio de la Transición en 1975 coincidió con la crisis internacional del petróleo, que conllevó que la OPEP aumentara su precio. Esta supuso una inflación en España y la caída de las exportaciones, provocando un déficit en la balanza comercial y en la de pagos y el aumento del paro.
Las primeras medidas tomadas fueron la devaluación de la peseta con vistas a retomar las exportaciones, y el fomento del turismo. La situación llevó a Adolfo Suárez a reunir a los grandes partidos en los ‘Pactos de la Moncloa’ el 25 de octubre de 1977. Se acordaron medidas como:
- Controlar los precios para promover el consumo y mantener la devaluación monetaria.
- Recortes públicos para reducir el déficit, así como el del precio de la energía.
- Reformas fiscales: apareció el IRPF.
- Extensión del subsidio de desempleo y el aumento de las pensiones.
- Establecimiento de pautas para negociar con los empresarios el aumento de las contrataciones temporales.
Socialmente, los problemas eran los ataques contra la democracia por parte de:
- Sector de pistoleros de ultraderecha y de antiguos falangistas del Movimiento Nacional, que amedrentaban a la población para desestabilizar el sistema democrático, como los Guerrilleros de Cristo Rey, y la Triple A (Alianza Apostólica Anticomunista), o como Batallón Vasco-Español.
- El sector franquista del ejército, que preparó un golpe para el 17 de noviembre de 1978 con la Operación Galaxia, en la que participaron el teniente coronel de la Guardia Civil Tejero, y Sáenz de Ynestrilla. La operación fue desmantelada, y los golpistas, encarcelados por poco tiempo.
- Grupos terroristas como ETA, FRAP, Terra Lliure o GRAPO (Grupo Revolucionario Antifascista Primero de Octubre), de extrema izquierda, obsesionados con eliminar cualquier resquicio del Franquismo. Actuaron hasta los años 90, excepto ETA, que cesó la lucha armada hace poco. Los ataques terroristas alentaron en muchas ocasiones el estallido de otra guerra civil.