Con la proclamación de la Constitución, se estableció un gobierno de coalición formado por republicanos izquierdistas y socialistas, encabezado por Manuel Azaña, que retomó y amplió las medidas del Gobierno Provisional:
Reformas del Bienio Liberal.
- Reforma religiosa. Para disminuir la influencia de la Iglesia en la política y mentalidad de la gente, aparte de las limitaciones de la Constitución, se secularizaron los cementerios, pasandolos al poder civil, pudiendo sr enterrado allí personas de cualquier creencia. Suprimieron a la Iglesia en el sector educativo, pero el Gobierno conservador anuló esta reforma. También se estableció la Ley de Congregaciones, con dos objetivos: el primero, evitar la posible adquisición de nuevo patrimonio eclesiástico, iniciándose además un proceso de nacionalización de la Iglesia (monasterios, conventos…), y el segundo era posibilitar la disolución y nacionalizar los bienes de órdenes religiosas que rindiesen pleitesía a otra autoridad extranjera que no fuese el Estado, como la orden de los jesuitas, que obedecen la autoridad del Papa.
Al mismo tiempo, volvió a surgir el sentimiento anti-clerical: el 11 y 12 de mayo de 1931 se llevó a cabo una quema de templos a causa de la radicalización del anarquismo, especialmente en Sevilla, Madrid, Cádiz, Málaga y Valencia, amparado por un Gobierno contrario a la Iglesia.
En consecuencia, aumentaron las tensiones Iglesia-República, como se ve en las críticas en encíclicas de eclesiásticos que fueron exiliados como el Cardenal Segura y Mateo Mujica.
- Reforma militar. El Gobierno de Azaña tenía los objetivos de modernizar el ejército, que había demostrado sus deficiencias en Marruecos, acabar con la macrocefalia militar reduciendo el número de oficiales, derogar los fueros militares para recalcar la igualdad, reducir los costes y efectivos militares, y aclarar que el poder civil está por encima del militar.
Para ello, se decretó la Ley del Retiro de la Oficialidad, que daba vía libre para retirarse a todos aquellos militares que no quisiesen jurar fidelidad a la República, se redujo el número de gastos y de cargos, se cerró la Academia Militar de Zaragoza (dirigida por F. Franco), se suprimió la prensa militar y el Consejo Supremo de Justicia Militar, y se creó la Guardia de Asalto, un cuerpo de seguridad policial para mantener el orden público para evitar una posible sublevación militar.
Consecuentemente, se generó la enemistad entre el ejército y la República, y partidos conservadores como la CEDA y la JONS la aprovecharon para alentar a los militares contra el Estado. Así, en agosto de 1932 se produjo el golpe de Estado fallido de Sanjurjo por parte de militares de Marruecos, en Sevilla y Madrid, que fracasó por la falta de organización. El gobierno conservador conmutó la pena a su líder y lo exilió, permitiéndole planear desde Portugal otro intento golpista.
- Reforma agraria. Las desamortizaciones no acabaron con el latifundismo, ahora poseído por la burguesía rural y la nobleza, ni con las pésimas condiciones de los arrendatarios que eran expulsados por no poder pagar su renta o jornaleros con bajos salarios, aunque algunos campesinos consiguieron minifundios.
Los objetivos eran congelar los arrendamientos para evitar las expulsiones, establecer un horario de 8h y un salario mínimo para el jornalero, y obligar a los propietarios a que cultivasen tierras que no lo estaban para crear empleo.
En septiembre de 1932, se formuló la Ley de Reforma Agraria, que conllevó la expropiación de tierras de los grandes de España sin indemnización a modo de represalia por haber financiado el golpe militar de Sanjurjo, de las tierras cultivadas sistemáticamente, de las tierras deficientemente cultivadas, y los terrenos de regadío que no eran regados. Todo se llevó a cabo a través del IRA (Instituto de Reforma Agraria), encargado de las indemnizaciones y de la expropiación.
A nivel económico, esta reforma fracasó debido a:
- Oposición terrateniente y caciquista, afectados por las medidas.
- Falta de presupuesto para indemnizar las tierras expropiadas.
- Falta de documentación sobre las propiedades que eran expropiadas.
- La falta de fluidez administrativa debido a la lenta burocracia.
Desde el punto de vista social, las consecuencias fueron:
- Acercamiento de los grandes terratenientes a partidos conservadores y monárquicos.
- La impaciencia del sector campesino ante la lentitud de los procesos, lo que lo posicionó en contra de la República, dando comienzo a levantamientos y represiones.
- La decepción de votantes republicanos, que se inclinaron por opciones anarquistas o comunistas.
- Reforma de la centralización. Con la proclamación de la II República en abril de 1931, en Cataluña se promulgaba la República de Cataluña. Pero el Gobierno Provisional, con la intención de que la Constitución reconociese las formaciones autonómicas, entabló negociaciones con Francesc Maciá. Este retira la proclamación y en su lugar forma la Generalitat, un gobierno autonómico. La Generalitat elaboró el Estatuto de Nuria, aprobado por referéndum en Cataluña y formal-mente considerado en septiembre de 1932. Establecía que Cataluña tenía Gobierno y Parlamento propios, el reconocimiento del catalán como lengua cooficial, las competencias de la Generalitat en materia educativa, económica, sociales, jurídicas… Tras las elecciones en Cataluña, Maciá quedó como el primer presidente.
Por su parte, en País Vasco también se reivindicó la autonomía y se elaboró el Estatuto de Estella, en la línea del catalán pero que también hablaba de competencia internacional y de independencia del Gobierno central en cuanto a relaciones con la Santa Sede, lo que fue rechazado por la República por sus principios laicos. El estatuto fue aparcado provisionalmente.
En cuanto a Galicia, que inició un movimiento nacionalista cultural, y Andalucía, con su regionalismo, iniciaron la elaboración de estatutos, pero quedaron postergados por la guerra.
- Reforma educativa y cultural. El 30-40% de la población era analfabeta y más de la mitad de la población infantil no estaba escolarizada, por lo que entendieron que había que aumentar el nivel cultural, especialmente en zonas rurales. Se marcaron como objetivo construir escuelas, sacar plazas para maestros, aumentar el presupuesto en educación un 50% e implantar una educación laica, mixta, obligatoria y gratuita.
Para fomentar la cultura, se crearon las misiones pedagógicas: grupos de estudiantes, pro-fesores e intelectuales que, de forma altruista, recorrían en camionetas pueblos para dar charlas y hacer representaciones a los niños, como fue el caso de la Barraca, donde estuvo García Lorca.
- Reforma laboral. Para mejorar las condiciones obreras y campesinas, Largo Caballero elaboró la Cartera Ministerial del Trabajo, que comprendía:
- Ley de Contratación del Trabajo, que estipulaba las normas de contratación, como que no podía ser menor a dos años, los siete días de vacaciones anuales pagadas, el derecho a huelga como último recurso y con previa autorización, salario mínimo y la negociación colectiva entre la patronal y los sindicatos.
- Ley de Jurados Mixtos, formados por representantes de la patronal y de los sindicatos, que mediaban los conflictos laborales, presidido por un representante del Ministerio de Trabajo
- Se planteó reducir la jornada laboral a 40h semanales y negociar con los empresarios sobre el sueldo de los obreros para incrementar su capacidad adquisitiva.
- Se reforzó el papel de los sindicatos a favor de los obreros y de los jornaleros, y se puso en marcha los Seguros Sociales Obligatorios: pago de cuotas para los seguros del retiro obrero, de maternidad o de accidente laboral.
Problemas del Bienio Liberal.
- Económicamente, las crisis y los problemas alimentaron la conspiración que dio lugar al golpe de Estado.
- El crack de la bolsa de Nueva York en 1929 afectó de forma indirecta a España: emigrantes españoles que se fueron a América volvieron.
- El aumento del poder adquisitivo obrero no fructificó, lo que supuso el descontento de los empresarios que no notaron cambios y que dejaron de exportar con el fin de la 1ª Guerra Mundial.
- La gran deuda de la Dictadura de Primo de Rivera. Había que reducir el gasto público.
- Socialmente, los problemas fueron la consecuencia de la lentitud del proceso reformista, que desencadenó gran impaciencia. Se iniciaron levantamientos de campesinos (Andalucía, Castilla La-Mancha…) alentados por el anarquismo y que eran siempre sofocados. El punto álgido se produjo en 1933, cuando los levantamientos protagonizados por la Asociación de Trabajadores de la Tierra, un sindicato socialista, junto a comunistas y anarquistas, fueron reprimidos por la Guardia Civil, el ejército y la Guardia de Asalto en el campo. Entre estos sucesos, destacan:
- El conflicto de Castilblanco. A raíz de una manifestación reprimida en diciembre de 1931, en Castilblanco se convocaron dos días de huelga. El alcalde ordenó a cuatro guardias civiles a que sofocasen esas huelgas. Estos fueron increpados por el pueblo, y cuando uno de ellos disparó en el aire, fueron automáticamente linchados y asesinados. Los responsables fueron enjuiciados.
- Se produjo un levantamiento jornalero en Arnedo, y la Guardia Civil acudió para que no se radicalizase. Habiendo conocido los sucesos en Castilblanco, los agentes dispararon a bocajarro contra la población en cuanto el pánico se desató, provocando varias muertes. Por ello, Sanjurjo, director de la Guardia Civil, fue destituido.
- En Llobregat hubo un levantamiento de mineros entre los que se extendió el comunismo libertario, que deriva del anarquismo. La radicalización del movimiento provocó una gran represión.
- Por último, el suceso de Casas Viejas, en enero de 1933, se produjo en Andalucía. Tras la radicalización de un levantamiento que destituyó la alcaldía del pueblo y tiroteó el cuartel de la Guardia Civil, las autoridades sofocaron a toda la población excepto a un anarquista llamado Seisdedos, que se encerró con su familia en su casa. El capitán Rojas ordenó incendiar la vivienda y fusilar frente a ella a todos los sospechosos de ese levantamiento, lo que fue duramente criticado.
Este hecho terminó con la destitución del capitán y con la dimisión de Azaña en septiembre de 1933, habiendo perdido la confianza del Presidente de la República. En su lugar, permaneció Martínez Barrios hasta la convocatoria de elecciones para noviembre de 1933.
- La derecha obtuvo fuerza electoral y la República ganó más enemigos (Iglesia, grandes terratenientes, empresarios, ejército, campesinos decepcionados y clase media que notaba el radicalismo). El Republicano Radical de Lerroux, con apoyos empresarios y terratenientes, la CEDA, que atraía a católicos, Renovación Española y la Comunión Tradicionalista, que eran monárquicos, o la Falange y las JONS, de corte fascista, se fortificaron y alimentaron el golpe de Sanjurjo. Se creó la Unión Militar Española, organización clandestina de militares antirrepublicanos que planean un golpe militar para julio de 1936.